Estamos en la Semana Nacional del Prematuro.
“Cada día cuenta, cada vida importa”.
Más allá de las estadísticas, están las historias de cada uno de estos pequeños, sus familias y los profesionales de salud que los apoyan. Como las de Zoe y Zaira las gemelas bebés que nacieron en nuestro sanatorio con 32 semanas, que hoy gracias a la dedicación de nuestro equipo médico y fortaleza de sus padres se encuentran saludables y llenas de vida.
Cada año, durante la Semana Nacional del Prematuro, nos unimos para crear conciencia sobre la importancia de los nacimientos prematuros y su impacto en las familias. En este tiempo especial, se busca sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos que enfrentan los bebés prematuros y sus familias, quienes luchan desde el primer momento de vida para superar obstáculos que solo aquellos que lo viven pueden comprender.
Un nacimiento prematuro ocurre cuando un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación, lo cual lo coloca en un riesgo mayor de complicaciones de salud. La prematuridad puede ser causada por diversas razones, y cada historia es única. Sin embargo, todos los bebés prematuros merecen la oportunidad de crecer, desarrollarse y vivir una vida plena, rodeados de amor, apoyo y cuidados especializados.
Durante esta semana, resaltamos la importancia del acceso a atención médica de calidad, el apoyo emocional a los padres y la investigación científica que sigue abriendo caminos hacia mejores tratamientos y prevención. El futuro de cada bebé prematuro depende de un trabajo conjunto entre médicos, familias, y la sociedad.
Es fundamental que, como sociedad, sigamos apoyando a los pequeños guerreros y sus familias, ofreciendo información, recursos y amor. Al mismo tiempo, celebramos cada avance que se logra en el cuidado neonatal y nos comprometemos a continuar trabajando por un futuro más saludable para todos los bebés.
¡Por los prematuros, por su fortaleza y por la esperanza!
